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Son los mismos personajes que se distribuyen y rotan los cargos, sin importar para nada la calidad académica de cada miembro, sus aportaciones en pro de resaltar, trabajar en pro de la excelencia académica, deteriorando significativamente la razón de ser de la universidad como es la de aportar conocimientos de acuerdo a la realidad del avance de la ciencias, disciplinas que favorezcan al país.
Por años esos grupos de poder ocupan los cargos más relevantes, desde el rectorado, vicerrectorado, secretariado y todos aquellos decanatos, direcciones de escuelas, jefatura de departamentos, cambiando algunas veces las personas designadas, pero que todos ellos forman parte de esos grupos de poder.
Es inaudito que en pleno Siglo XXI, en donde las características de los escenarios en cuanto a excelencia educativa académica presenta nuevos paradigmas, que favorezcan la capacitación de profesionales, cónsonos a la demanda de las necesidades del país, a lo que la globalización ha generado, todavía se mantienen grupos de poder que lo obstaculizan . No se puede permanecer anclado en el pasado y bajo el control de los grupos de poder, que tanto daño ha originado y siguen causándole a las universidades nacionales., Se requiere de un nuevo estilo de gerencia educativa, de autoridades, docentes más proactivos, visionarios, creativos, innovadores, estrategas, capaces de propiciar los cambios que permitan rescatar la excelencia académica, de lo contrario, Venezuela quedará estancada y su provenir será muy cuestionado en lo que a educación se refiere.
Debe darse más democracia en las universidades, propiciar transformaciones con nuevos personajes, profesionales más abiertos, capaces de realizar las transformaciones que conlleven a sacar de las sombras a las universidades en donde hoy se encuentran y con nuevos líderes encender la llama que permita que la luz de la excelencia académica se alumbre y sea una realidad. No pueden las Universidades seguir siendo parcelas, en donde los grupos de poder consideran que son de su propiedad.
Se deben dar oportunidades aquellos docentes, profesionales, que con su academicismo, ideas, proyectos sean capaces de propiciar ese cambio que la educación superior de Venezuela necesita con urgencia.
1 comentario:
No se puede permitir que estas cosas sucedan, la educación debe ser libre de toda influencia política.
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